A sus 19 años, Daryhen Pinto se ha consolidado como una de las figuras del equipo mayor femenino de Inter CF. Con una vibra única dentro y fuera de la cancha, Daryhen equilibra su vida de trabajo, estudiante y futbolista, sirviendo de inspiración para las generaciones más jóvenes. En esta entrevista, nos cuenta sobre sus inicios, su evolución en el equipo y cómo ha logrado gestionar sus múltiples responsabilidades sin dejar de lado su pasión por el fútbol.
¿Cómo empezaste a jugar fútbol?
Daryhen: Empecé a jugar oficialmente a los 10 o 11 años con la escuela, pero desde muy pequeña, alrededor de los 6 o 7, ya jugaba con niños. El fútbol siempre ha estado presente en mi familia: mi papá y mis hermanos también juegan. Así que para mí, es más que un deporte; es algo que amo y me conecta con mis raíces.
¿Qué ha significado para ti estos dos años en Inter?
Daryhen: Al llegar a Inter, que en ese momento se llamaba CIEX, no esperaba que se convirtiera en algo tan importante para mí. Al principio, no tenía una visión clara de lo que significaría este equipo, pero el apoyo que he recibido me ha hecho verlo como mi segunda familia. No solo es un equipo, sino un lugar donde he crecido tanto a nivel personal como deportivo. La unión y el cariño que se siente aquí es algo especial.
Estudias, trabajas y entrenas. ¿Cómo manejas todas esas responsabilidades?
Daryhen: Es un poco complicado, pero lo he sabido manejar. Mi día comienza a las 8 AM en el trabajo, salgo alrededor de las 4 o 5 PM y de ahí voy directamente al entrenamiento, que es de 7 a 9 PM. Luego me dedico a la universidad. Puede ser difícil, pero cuando amas lo que haces, encuentras la manera de organizarte y repartir bien tu tiempo para cumplir con todo.
¿Qué mensaje le darías a las próximas generaciones que te ven como un referente?
Daryhen: Lo más importante es que no se rindan. A veces las cosas serán difíciles, habrá momentos altos y bajos, pero la clave está en esforzarse, ser disciplinadas y mantener siempre a Dios presente. Si te apasiona algo, lucha por ello, porque con dedicación se puede lograr todo.